Preparación: Preparación de la piña: Pela la piña, retira el corazón y córtala en trozos pequeños. Puedes usar una licuadora o procesador de alimentos para triturarla un poco si prefieres una textura más suave. Cocción inicial: Coloca la piña en una olla grande a fuego medio. Añadir azúcar y limón: Agrega el azúcar y el jugo de limón a la piña. Remueve bien para combinar. Cocinar a fuego medio: Lleva la mezcla a ebullición y luego reduce el fuego a medio. Cocina a fuego lento durante aproximadamente 30-40 minutos, revolviendo ocasionalmente. Probar la consistencia: Realiza una prueba de consistencia colocando una pequeña cantidad de mermelada en un plato frío. Si se cuaja y no se extiende fácilmente, la mermelada está lista. Si no, continúa cocinando y repite la prueba cada pocos minutos. Añadir ralladura de limón (opcional): Si decides usar ralladura de limón, agrégala a la mermelada al final y remueve bien. Envasado: Vierte la mermelada caliente en frascos esterilizados. Asegúrate de que los frascos estén llenos hasta el borde. Almacenamiento: Cierra bien los frascos y colócalos boca abajo para ayudar a sellarlos mientras se enfrían. Guarda los frascos en un lugar fresco y oscuro. La mermelada se conservará durante meses. ¡Y eso es todo! Ahora tienes una deliciosa mermelada de piña que puedes disfrutar en tostadas, con yogur, o incluso como acompañamiento para platos salados. ¡Espero que te guste!
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