Preparación: Preparación del Molde: Precalienta el horno a 160°C. Forra el fondo de un molde desmontable con papel pergamino y engrasa los lados. Fundir Queso Crema y Mantequilla: En una cacerola a fuego bajo, derrite el queso crema y la mantequilla. Agrega la leche y mezcla bien hasta obtener una mezcla suave. Retira del fuego y deja enfriar. Agregar Yemas y Vainilla: Agrega las yemas de huevo una por una a la mezcla, batiendo después de cada adición. Incorpora la vainilla y mezcla. Tamizar Harinas: En un tazón aparte, tamiza la harina de maíz y la harina de trigo. Agrega las harinas a la mezcla de queso y mezcla hasta que estén bien incorporadas. Batir Claras de Huevo: En otro tazón, bate las claras de huevo con una pizca de sal hasta que estén espumosas. Agrega gradualmente el azúcar mientras continúas batiendo hasta obtener picos suaves. Incorporar Claras a la Mezcla de Queso: Agrega un tercio de las claras batidas a la mezcla de queso y mezcla suavemente con movimientos envolventes. Luego, agrega el resto de las claras y continúa mezclando hasta obtener una masa homogénea. Hornear: Vierte la masa en el molde preparado. Coloca el molde en una bandeja para horno con agua caliente. Hornea durante aproximadamente 60-70 minutos o hasta que el cheesecake esté dorado en la parte superior y firme al tacto. Enfriar y Decorar: Deja enfriar el cheesecake en el molde antes de desmoldar. Refrigera durante al menos 4 horas antes de servir. Opcional: espolvorea azúcar glas sobre la parte superior antes de servir. ¡Y ahí lo tienes! Disfruta de tu cheesecake japonés con su textura esponjosa y sabor delicado.
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