Preparación:
Enfriamiento: Coloca un bol grande y las varillas de batir en el congelador durante al menos 15-20 minutos antes de comenzar. Esto ayudará a que la crema se monte más fácilmente.
Preparación de ingredientes: Tritura las galletas Oreo en trozos pequeños. No las hagas demasiado pequeñas para que puedas disfrutar de trozos de galleta en el helado.
Batir la crema: Saca el bol frío del congelador y vierte la crema para batir en él. Bate la crema a velocidad media-alta hasta que se formen picos firmes. No batas demasiado, ya que la crema podría volverse mantequilla.
Agregar la leche condensada y la vainilla: Con suavidad, incorpora la leche condensada y el extracto de vainilla a la crema batida. Puedes hacerlo con movimientos envolventes usando una espátula para mantener la mezcla aireada.
Agregar las galletas Oreo: Agrega las galletas Oreo trituradas a la mezcla y vuelve a incorporar suavemente hasta que estén bien distribuidas en toda la mezcla.
Congelar: Vierte la mezcla en un recipiente apto para congelador. Puedes alisar la parte superior con una espátula. Cubre el recipiente con papel film o una tapa hermética para evitar que se forme hielo.
Congelación final: Deja que el helado repose en el congelador durante al menos 4-6 horas, o preferiblemente durante la noche, para que alcance una consistencia firme y cremosa.
Servir: Saca el helado de Oreo del congelador unos minutos antes de servir para que sea más fácil de servir. Disfrútalo solo o con tus toppings favoritos.
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